miércoles, 21 de marzo de 2012

Cap. 2 "Una conversación, una tarde"

Llego el día siguiente y como suponía mi mente estaba repleta de ella, todavía podía sentir su olor, ver su mirada e incluso inundarme con el sonido de su dulce voz...

 Mire el reloj "¡Ya son las 8:00!" me dije, levantándome a toda prisa y vistiéndome con lo primero que tuve más a mano. Baje las escaleras y para mi sorpresa parecía la casa estar demasiado tranquila. Al bajar y llegar hasta la cocina me encontré con mi madre, esta ya hacía rato que estaba levantada y ya casi se iba a correr como todas las mañanas.

-          ¡¿Marc?! – Dijo mientras iba a recoger su abrigo dispuesta a salir ya. – ¿Qué haces levantado tan temprano?
-          ¡Pero si son las 8:00! Voy a llegar tarde como siempre a clase…
-          Marc, hijo, hoy es sábado.
-          ¡¿Sábado?! Bah, no importa…

Con las mismas y en actitud muy serena me dirigí hacia mi habitación, llegando ya al pasillo escuche la puerta cerrarse, lo que me indicaba que tenia la casa para mí solo, bueno… estaba Ayleen… Aunque eso no me importaba demasiado.

Ya acostado en la cama de nuevo cogí el móvil y el portátil y mire si había alguna novedad interesante o si alguno de mis amigos me había dejado algún mensaje. Con las mismas y después de millones de invitaciones a fiestas a las que no pensaba asistir los volví a dejar, cada uno ya en su sitio me dirigí hacia mi preciada PS3, me podía pasar horas enteras matando zombies y monstruos, me alucinaba.


Volví a mirar el reloj, me había pasado tres cortas horas jugando. En ese momento me sonó el móvil.

-          ¡Marc! ¡No me habías contado que ayer hablaste con Amy! ¡Qué poca vergüenza la tuya chaval! Te lo tenías bien calladito...
-          ¿Sam? ¿Se puede saber cómo te has enterado? Además fue una tontería, ya sabes, el típico choque de un par de despistados… - Respondí mientras todavía intentaba asimilar la situación.
-          Venga ya Marc… Nos conocemos y sabes que para ti ha sido más que un choque.
-          Puede… pero lo crea o no fue no tuvo nada de especial…
-          Pero… ¡¿Le habrás pedido su número no?! ¡No me digas que has sido tan estúpido como para no pedírselo! ¿Marc? ¡Contesta hombre!

El silencio se apodero de mí en aquel momento, como se me iba a ocurrir la idea de pedirle su número solo fue un choque y todo parecería muy raro si se lo pidiera.

-          ¡Estás loco Sam! ¡Como le voy a pedir su número! Que se te quede bien en esa cabecita tuya que solo fue un simple choque…
-          Hostia tío, de verdad, eres un puto soso. Si hubiera sido yo…
-          ¡Si hubieras sido tú nada! – Corté en seguida al ver que iba a decir una de sus muchas burradas.
-          Bahh! Déjalo tío… Pues nada que te llamaba para ver si quedábamos esta tarde para darnos una vuelta.
-          Pues… No tengo muchas ganas así que si decido ir te llamo.
-          Como quieras ya sabes dónde vamos a estar. Adiós.

“Puto Sam” Me dije cuando me colgó de forma brusca. Me sentí mal, ¿tendría razón?

Salí por la puerta de mi habitación y me dirigí hacia la de Ayleen para ver si ya estaba despierta, pero para mi sorpresa no estaba allí. Baje directo a la cocina y allí la vi, tomándose el desayuno y mirándome con cara seria.

-          ¿Te has hecho tú el desayuno?
-          Hombres… Tan estúpidos como siempre. ¡Pues claro que me lo he hecho yo, imbécil! Yo no soy tan torpe como tú.
-          Tu tan simpática como siempre. – Le dije mientras me volví para irme al salón a ver un poco la tele.

Recuerdo que ese día no ponían nada decente, así que me fui al baño, me duche y me arregle para salir después de comer.


Sam había dicho que estarían en el mismo lugar de siempre, o sea, en el parque de la calle de al lado. Me dirigí hacia allí y antes de cruzar la calle vi a lo lejos como Amy se acercaba a los chicos. ¿Qué hacia ella allí?

Me quede paralizado al pensar que ellos le hubieran dicho algo referido a mis sentimientos. Me puse de los nervios, el corazón se me aceleraba y no podía controlar mi mente. Después de observar y reflexionar durante un rato me dije a mí mismo “¡Marc, vamos, tu puedes!” aunque sabía que eso no me haría calmarme.

Me acerque y fui de lo más normal pero por dentro me estaba muriendo de vergüenza, un “Hola Amy” abrió una conversación que al menos a mi me llevo a otro mundo olvidando lo que se encontraba a nuestro alrededor.

Continuemos con el típico “¿Qué tal?”, así hasta que horas más tarde nos tuvimos que despedir. Le pedí el número ya que esta vez si me sentía seguro de mi mismo y ella no dijo que no, lo apunte, ella también apunto el mío y al despedirse junto con una maravillosa sonrisa a lo lejos se escucho “espero tu llamada Marc”. Me quede parado y reflexionando, sentado en un banco, sobre lo que había pasado, era incapaz de creerme que lo que aquella tarde había hecho, había tenido el valor suficiente para hablar con ella sin que las palabras se mezclaran y sin que la voz me temblara como la primera vez.

En ese momento alguien me dio en la espalda:

-          ¡ Tío! ¿Qué tal te ha ido con Amy? ¡Estabais muy concentrados en la conversación chaval! Y he visto que te ha dado el número… Me alegro que al final te hayas decidido a pedírselo. – Me dijo sin dejarme responder hasta terminar su lista de preguntas estúpidas y dándome pequeños golpecitos a la vez que hablaba.
-          Sam no exageres… Ha sido una simple conversación, siempre estas igual de obsesionado con ver cosas donde no las hay.

La verdad era que estaba intentando ocultar lo que de verdaderamente pensaba para que no empezara con el típico cachondeo que siempre llevaban con el tema.

-          Bueno Sam, siento dejarte con la duda de muchas cosas pero tío me tengo que ir, estoy cansado…
-          Puras excusas para no contarme nada, te conozco Marc, pero como quieras tío. – Me dijo mientras que me dirigía de nuevo hacia mi casa.


Llegue a casa y con quien primero me encontré en la puerta fue con mi madre que venía de sacar a Hook, un husky que me había regalado unos meses atrás, y a la que se le habían olvidado las llaves. “Menos mal que has venido pronto” me dijo nada mas verme subir las escaleras.

Después de entrar en casa, discutir un poco con mi hermana, cenar y volverme a duchar porque había estado jugando con Hook y olía a perro, me acosté. No había ganas de salir, había tenido una tarde demasiado interesante como para estropearla bebiendo y haciendo el tonto con los amigos así que decidí tirarme a la cama y estar allí hasta que me durmiera.

Ya estaba a punto de quedarme durmiendo cuando un mensaje llego a mi móvil. “¿Quién será? Me pregunte. Para mi sorpresa era un mensaje de Amy, de esa chica tan maravillosa…

Espero que se vuelva a repetir lo de esta tarde. Un beso (:

¿Por qué me habrá enviado un mensaje a estas horas? ¿Estaba pensando en mí? Mire el reloj y como pensaba era tarde, era ya de madrugada. Le respondí con un:

Eso espero Amy. Me lo he pasado genial contigo. :D

La conversación no duro mucho un último mensaje de ella me volvió a invitar a irme a la cama:

Yo también y además de verdad.
PD. Me voy a dormir, espero que mañana nos veamos.

Antes de poner el móvil en silencio y volverme a acostar, le respondí:

Hasta mañana Amy. Descansa.

2 comentarios:

  1. Me encanta *.* en serio es perfecta, una novela perfecta, de verdad si puedes dejarme cada vez que tengas algún capitulo nuevo en mi tablón, en tuenti soy : LIVE YOUR LIFE , en serio gracias por hacer que me olvide del mundo y me meta en esta historia como si yo misma la viviese :D gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puaaaf! Me alegro de que te encante de verdad y no te preocupes que yo te avisare en cuanto publique algo nuevo :D
      Muchas gracias por leer :)
      Un beso!

      Eliminar